José Arrue
CAJA DE AHORROS VIZCAINA
Entre los fines de la Caja de Ahorros Vizcaina, fundada en 1921, figuraban desde su inicio, “recibir y hacer productivas las economías que se le confiaran, principalmente las de las clases menos acomodadas y dedicar sus beneficios al establecimiento, fomento y ayuda de instituciones sociales, de beneficencia y utilidad pública, así como ocuparse del recién creado seguro obligatorio de vejez”
Tanto Alberto como José Arrue colaboraron para la difusión de dichos fines con calendarios, carteles y otros dibujos publicitarios.
En los años cuarenta, se apoyó la realización de concursos agrícolas y ganaderos por todo el territorio. José Arrue realizó un cartel con la leyenda CONCURSO PECUARIO ORGANIZADO POR LA CAJA DE AHORROS VIZCAINA, y otro HIGIENIZACIÓN DE LOS ESTABLOS Y CONSTRUCCIÓN DE ESTERCOLEROS
Para fomentar el ahorro infantil, se repartieron secantes entre los escolares con dibujo y texto de José Arrue:
EMPEZANDO A AHORRAR DESDE PEQUEÑO SE LLEGA A SER DE MAYOR DUEÑO DE UN CASERIO COMO ESTE era el texto de uno de los modelos, o …Y NADA DE PEGAR, COMO NO SEAN SELLOS DEL AHORRO ESCOLAR EN LAS LIBRETAS…, el de otro.
Ya en 1935, al final del texto del libro Los esclavos felices, de José de Arriaga, ilustrado por José Arrue, se incluye un dibujo en blanco y negro en el que el abuelo, teniendo en sus manos un ejemplar del libro, recuerda al nieto que no debe tampoco olvidar la libreta de la Caja de Ahorros Vizcaina, que se preocupa de la ancianidad y de la infancia.
Además de los anteriores, José Arrue realizó seis ilustraciones sobre la HISTORIA Y FOMENTO DEL AHORRO con textos manuscritos en el reverso:
I. En épocas pretéritas, los ahorros familiares se guardaban en casa, ocultos en un puchero...
II. O en algún mueble con cajón secreto…
III. Pero siempre corriendo grandes riesgos.
IV. Actualmente, una libreta de la caja de ahorros garantiza...
V. …desde la cuna hasta la edad más avanzada, la tranquila seguridad...
VI. …de encontrar a vuestra disposición lo necesario en el momento oportuno.
FÁBRICA DE EMBUTIDOS, HIJOS DE MANZARBEITIA
La Fábrica de embutidos, Carnicería y Tocinería, Hijos de Manzarbeitia, Bilbao, estaba
localizada en Santutxu y el despacho en Tendería, 31.
Su marca registrada era La Marichu, nombre de la hija de Jesús Manzarbeitia quien junto con
sus hermanos constituía la sociedad.
José Arrue no solo iluminó múltiples carteles para publicidad "estática", sino que también decoró el vehículo de esta empresa, carrozado por Heliodoro Olmos, colocando en sus ventanas laterales un dibujo de una aldeana llevando un cerdo, que representaba el logotipo de la sociedad.
UNION MUSICAL ESPAÑOLA. — ANTES CASA DOTESIO (1915)
Louis Ernest Dotesio (París, 1855) se instaló, siendo muy joven, en Bilbao, donde fundó una empresa dedicada a la venta de instrumentos musicales y editorial de música. El negocio se encontraba en el número 8 de la calle María Muñoz y, más tarde, se amplió con otro establecimiento en la calle Cruz, 6. Ello supuso una gran competencia para las empresas similares de Bilbao, entre ellas, el Almacén de Música y Pianos de Arrue y Aranguren, en la calle Bidebarrieta, número 12, propiedad de Matilde Arrue Gorostiza y M.ª Elena Aranguren.
la Casa Dotesio, a principios de siglo, absorbe una gran parte de otras casas editoriales convirtiéndose así en la más potente del estado. En 1914, pasó a denominarse Unión Musical Española, trasladando su sede a Madrid. Louis Dotesio se retiró de la nueva sociedad falleciendo en Bilbao en 1915.
La nueva Unión Musical Española encargó a José Arrue el dibujo publicitario de la empresa, difundiéndose en prensa y editándose en tarjetas postales las cuales informaban, en su reverso, sobre la programación de conciertos.
Reverso
LUBRIFICANTES CLIMAX, c.1918
A principios de 1917 Ricardo Gutiérrez Fernández y Luis Otero Murueta se asociaron, con un capital de 200.000 pesetas, para constituir una sociedad mercantil cuyo objeto era la compraventa de mercancías en comisión, consignaciones y representaciones. La marca CLIMAX proveía de toda clase de aceites en general para usos industriales.
La sociedad, denominada Gutiérrez y Otero, tenía las oficinas en Fernández del Campo, 21-Bilbao. Pronto abrió una sucursal en Barcelona y más tarde en Huelva además de representaciones “en todos los puertos”.
José Arrue, con su inconfundible estilo, diseñó y ejecutó la tarjeta postal publicitaria (firmada en el ángulo superior derecho). En el reverso, una serie de “consejos” y “verdades” sobre el lubrificante, redactados por la propia empresa, suponemos que no dejarían a nadie indiferente.
(La imagen reproducida es propiedad del Euskal Museoa de Bilbao).
CALEFACCIÓN N. DE ZUBIAURRE, c. 1920
La empresa de Nicolás Zubiaurre, creada en 1900 y con sede en el número 26 de la calle Heros de Bilbao, se dedicaba a la venta de aparatos de calefacción encargándose, también, de su instalación y reparación.
De la tarjeta publicitaria se encargó José Arrue, representando una vez más el contraste entre el ambiente burgués y el rural de principios del pasado siglo.
La imagen aquí reproducida, firmada en el ángulo inferior derecho, pertenece a una colección particular.
PASTA DENTÍFRICA SANOLAN, 1923
En los años veinte, la vida industrial y cultural del País Vasco avanzaba a gran velocidad. Las grandes empresas utilizaban a los artistas reconocidos de la época para la confección de sus anuncios publicitarios. Éste es también el caso de SANOLAN S.A. con sede en Miracruz, letra D, San Sebastián, encargando a José Arrue el diseño del anuncio de su producto.
La pasta dentífrica SANOLAN se anunciaba como el más eficaz de los desinfectantes y el que mejor limpia y conserva la dentadura, además de dar a los dientes la blancura de la nieve y refrescar y perfumar la boca.
El análisis oficial de su composición, realizado en 1919, reflejaba la existencia de “productos absolutamente neutros y puros, conteniendo un licor a base de eucaliptos, limón, pino de Noruega y varias esencias vegetales, tónicas y balsámicas, extraídas de plantas exóticas.”
En el dibujo de José Arrue vuelve a aparecer, como en otras de sus obras, el traspaso de los denominados progresos del mundo urbano al rural. La joven aldeana mira con gran interés la dentadura de la chica de la ciudad que utiliza SANOLAN. En segundo plano, una pareja de viejos aldeanos queda también sorprendido deteniéndose para reflexionar sobre los efectos del dentífrico.
El anuncio apareció, al menos, durante los meses de mayo y junio de 1923 en el diario El Pueblo Vasco de San Sebastián, a media página o a página completa.
